miércoles, 22 de julio de 2015

Este, ese y aquel

Es curioso y sorprende que habiendo pasado tantos años a veces vuelves a pensar en personas que el tiempo y el espacio se llevaron de tu lado. Pero vuelven, en forma de un recuerdo, inesperado y esa ausencia, que ya ha perdido hasta el nombre, simplemente no es ausencia porque está prescrita, parece que reivindica su momento de atención, o de gloria que yo no sé.

El caso es que allí estaba yo, rodeada de gente, cuando me di cuenta que a mi lado, estaba él. Me estaba escuchando hablar, apoyaba el índice sobre los labios, como si sopesara con atención, como si fuera a intervenir en cualquier momento. Es absurdo me dije ¿porque lo has traído al pensamiento? Solo después pensé que a lo mejor no fue cosa mía, que a lo mejor también era él el que quería venir a verme. Al fin y al cabo la telepatía no es más que eso, una comunicación a ambas bandas, una corriente de energía invisible, si se quiere pero tan eficiente, tantas, tantas veces.

                                                            Por fin la lluvia que tanto necesitábamos. Hoy admiraba el rosal perfumado que c...