lunes, 21 de noviembre de 2022

Los jueves anti-rutina

 Creo que fue la pequeña, pero no estoy muy segura, la que se inventó lo de los jueves anti-rutina, era muy menuda y hacía mucha gracia escucharla con sus ricitos y su modo de hablar resuelto y risueño. Supongo que fue una forma creativa de salirse con la suya, porque básicamente era ir a comer fuera ese día entre semana y volver al cole por la tarde. Pero como nos gustó la idea la incorporamos a nuestras semanas. Hasta que fueron creciendo, fueron cambiando de cole, de instituto y en fin, como pasa todo, que nada permanece sino que se transforma, también aquel jueves especial, ese jueves infantil de capricho, también ese, se diluyó entre el resto de laborables. Y ya casi no lo recordábamos, hasta que la semana pasada, ella con su pelo liso, tan alta ya o más que yo, me dijo de esa manera un poco cantarina de cuando quiere pedir algo, ¿oye podríamos hacer un jueves anti-rutina, no? 

Qué feliz me hizo. Las tres de nuevo, me reí mucho.



jueves, 27 de octubre de 2022

Y si el mundo se acaba, tu vendrías verdad



 Hoy jueves ha sido un día atípico. He vuelto a ver a mis primas, las que se han mudado junto sus parejas a una casa grande con jardín y piscina. Las echo mucho de menos y me pasa a menudo cuando paso en coche por delante de su antiguo barrio. Así que por fin hoy hemos quedado a hacer un café. Las he visto contentas, me han enseñado un video de como van las reformas, he visto una cocina blanca, de estilo provenzal, un parquet gris con vetas, las puertas dobles del salón, con cristal arriba para dejar pasar la luz y como se lo están haciendo igual, pues les va a quedar muy bonito a las dos. Nos hemos estado casi una hora larga y se nos ha hecho corto, porque hacía tantos meses que no hablábamos que había mucho de lo que ponerse al día.

Luego he comido con mi hija pequeña porque la mayor se fue a la bolera con amigos de la Facultad. Después me he ido a comprar la buganvilla de dos tonos, rojo y fucsia, que cada día me miraba esperando que fuera a por ella y la he dejado en la entrada para verla mucho.


Y después he subido a la perreta a la terraza y me ha dado por mirar en el trocito de tierra, junto al rosal para ver si tenía sorpresa, y sí las flores del azafrán ya se habían abierto. Qué olorcito y sobretodo que bonitas son con ese color lila encendido. Me he ido contenta a acompañarla a la hípica. La tarde estaba espectacular, buena temperatura, el cielo limpio de nubes, los pájaros trinaban y yo encontré un rincón agradable donde sentarme a escribir, qué, pues todo lo bueno que había tenido este día, para que así cuando un día lo relea sea capaz de rememorarlo.

El otro día estuve a punto de tirar unas agendas, eran muy grandes de cuando trabajé en la inmobiliaria, pero de pronto fue abrirla leer un par de días, explicaban solo una cena, o un plan de tarde, o el relato de una ducha reveladora donde cada gota era una idea y me quedé estupefacta, ostras así era mi vida. Y solo entonces comprendí la verdadera importancia de los detalles, no es que sean importantes, es que son los hilos con los que se teje la vida. La vida es esa broma  de ayer que te hace reír, a modo de despedida, "y recuerda hija papá bueno, mamá mala" porque no le he dejado ir con unos pantalones determinados al cole. La vida es esa anécdota que viajó a través del tiempo. La vida es esa foto que te envían que te recuerda quién eres. La vida también es el recuerdo de aquellas dos únicas series que veías, o  lo que cenasteis una noche cualquiera...

Como hoy, que justo ahora me acaba de traer mi cuñada unos boniatos asados que ha hecho María, la abuela de las nenas, con ese regusto dulce me despido hoy.


lunes, 10 de octubre de 2022

El adn y otras cosas sin importancia

 Me sorprendió una noticia. Un hombre falleció repentinamente, parece que de un infarto fulminante tanto que no tuvo tiempo ni de beberse la copa de vino que se acaba de pedir, tenía 66 años y después de leer su historia me pareció  que su muerte acabó siendo un reflejo de lo que fue un poco su vida, unos genes que él siempre mantuvo que eran de un rey pero que solo le procuraron una vida apartada, rural, siendo adoptado por una familia de payeses catalanes. Se llamaba Albert Solà.

Y  lo que realmente me ha parecido alucinante y esperpéntico es que a pesar de reivindicar que su padre era el rey Juan Carlos, los tribunales no le permitieron solicitar una prueba de adn que lo confirmase. Pero entonces en un giro de guión otra persona, una mujer de Bélgica que también se considera hija también del otrora rey de España, se hace una prueba genética que confirma que ambos, son medio hermanos.

Así que vemos por un lado que seguimos en una sociedad poco democrática y un tanto medievalista, porque el heredero debe ser el legítimo, se ignora a los que nacieron fuera del matrimonio, a pesar de que sean hijos verdaderos. Y yo me pregunto en base a qué, si la monarquía precisamente tiene su razón de ser, precisamente en el derecho que otorga la sangre y es siempre la continuación de un linaje, de haber podido demostrarlo hubiera tenido, tenía derecho legítimo a la corona, por ser el primogénito. Muy claro debieron verlo para no permitirle demostrarlo. Razones de estado, obviamente. 

Pero hubiera estado bien reconocerlo, aunque a cambio renunciase a la corona o mejor aún que hubiésemos podido escoger sobre qué rey, hubiéramos preferido nos representase, que toque de modernidad habría sido eso. En cambio queda la realidad de un fallecimiento ensombrecida con una duda, las cámaras del bar se movieron justo una hora antes de que todo ocurriera. 

En fín que de ser cierto, el rey ha perdido a un hermano y su padre un hijo.

sábado, 20 de agosto de 2022

Un día perfecto de vacaciones

 Ha sido justo ahora que me he sentado a escribir, cuando he abierto el blog que me he dado cuenta de que también es día 20 hoy, como en la última entrada que escribí hace...cuatro meses. En fin menos mal que iba a escribir más a menudo, un post semanal y bla bla bla.

Lo cierto es que estoy leyendo más que escribiendo. Nada reseñable salvo una reciente adquisición que es tan agradable de leer que he creado hasta una rutina para ella, cuando atardece me acerco a la butaca esa del Ikea que tengo forrada de capas, como una colcha blanca doblada y una funda de cojín muy bonita como reposacabezas para desde allí ver el último rayo de sol naranja como asciende por la montaña hasta que es un hilo fino de oro y desaparece. Leer sobre libros, sobre dinastías egipcias, sobre como surgió una de las maravillas del mundo antiguo es como un placer añadido. Me resulta tan placentero que me da la sensación de estar charlando con una buena amiga, que te explica cosas interesantes, que a veces te sorprende, otras te hace sonreír. Y mientras ella me desvela secretos del mundo antiguo, la tarde se desvanece de puntillas sin hacer mucho ruido.

Pero hoy ha sido un día de esos de agosto, de piscina, de comer ensaladas ricas (una de tomate, mozzarella, albahaca y olivas negras otra de endibias con vinagre de módena y sal gorda) y pasta fresca y melón fresquito, de partidita de chess con el café, de peli que empieza bien y acabas desde el sofá con una siesta y ahora que tocaba leer un  ratito pues justo ahora eché de menos ser yo la que pusiera las palabras a los pensamientos, a las sensaciones, a los hechos. 

miércoles, 20 de abril de 2022

Mindfulness

Estoy haciendo un curso fantástico, al que he llegado como pasa con muchas cosas buenas que nos sorprenden por pura casualidad. Acompañé a mi padre a una consulta, tuvimos que esperar, dato este importante porque si no no hubiera reparado en todos los carteles, entre ellos el que hablaba de este curso. Me pareció interesante aunque no tenía muy claro sobre de lo que iría, pero pensé bueno debe ser algo orientado a dar estrategias para ayudar con las enfermedades y creo que nos puede ir bien a todos porque uno aprende y al hacerlo mejora la vida de los que le rodean. Total que pensé mira puede ser una charla interesante de 2h y media...me aceptan y veo que efectivamente son 2h y media pero durante 8 semanas, o sea que hemos pasado del ver de que va esto a vamos a aprender a utilizar esto. Y la verdad es que es muy chulo, el profesor muy bueno y los compañeros que voy conociendo son de 10, porque algunos están recién operados, o con sus tratamientos y los veo con una vitalidad, unas ganas de hacer cosas, de mejorar que dices, qué personas más dignas de admiración. 

Es la primera vez que hago un curso por videollamada, al principio pensé huy que raro va a ser esto, pero mira después de unas cuantas sesiones ya me gusta, no se pierde el tiempo en desplazamientos y me parece que no será el último. De hecho a veces este curso me gusta porque me rompe muchos de nuestros esquemas mentales, a través de ejercicios te va haciendo dar cuenta de aspectos relevantes, sobre todo a propósito del modo de hacer las cosas.

Hoy mientras desayunaba en una mesa cercana había un padre joven, treintañero con su hijo de unos 4 años, esa edad tan linda en la que hablan ya muy bien y tienen las cosas tan claras cuando se les pregunta algo. Lo oía hablar con su vocecita aguda pero no le respondían mucho, me giré y vi que en esa adorable escena de un papá que desayuna con su hijo porque lo acompaña al cole había un móvil por medio, que robaba las miradas y las contestaciones al pequeño. Así que ahí dejo la propuesta, ahora que nos hemos quitado las mascarillas, a ver si nos quitamos también la venda.

Seguro que habrá definiciones mucho mejores que la mía, pero para mí el mindfulness es enseñarte a recuperar la poesía que hay en todo lo que nos rodea, en las personas que tratamos, en las cosas que hacemos. Ser un poco más conscientes de esta felicidad del aquí y el ahora. 

Sed buenos.



viernes, 11 de febrero de 2022

Comedias italianas Netflix

Debo confesar una cosa.

He encontrado un filón de películas en Netflix, de las que me gustan. No suelo ver mucha tele, pero después de tantos días en casa, me hice una nueva rutina, me dije mírate una peli en versión original, y claro como no estoy para pensar mucho, en vez de inglesas, me las he buscado italianas. Veo un título, Viva l'Italia, pongo similares...y tachán, un montón de comedias.

Como no me ha visto mi doctora estos días sino que todo es virtual, he decidido que con su permiso el actor Raoul Bova me haga de médico de cabecera. Come stai oggi? ehh bo, un pò meglio grazie, sembra il succo d'arancia mi fa bene. Certo, certo..

Y mientras me he visto unas cuantas suyas y me he reído también, que eso cura mucho. 

Bueno ya he hecho las paces con Netflix, hay que buscar un poco, pero a veces se encuentran buenas pelis. Así que aquí van algunas recomendaciones: Todas lo quieren, Perdón por existir, Hermanos únicos, Un novio para mi mujer, En su lugar

Que disfrutéis del fin de semana. Ahora que empezaremos a no llevar mascarilla, a ver si socializamos un poco más.

jueves, 10 de febrero de 2022

Covid y otras cosas


 Mes II, del año XXII del siglo XXI.

Estoy con covid, como el rey Felipe VI, pero yo empecé hace ya unos días, por eso puedo ponerme a escribir ya. Esta vez no he perdido el olfato, cosa que se agradece porque uno no sabe lo inquietante que puede llegar a ser hasta que un día te bebes un zumo de naranja recién exprimido sin poder disfrutar del olor de los cítricos. Además leí en algún sitio, ahora no te sé precisar la fuente, pero creo era fidedigna, que decía que las personas mayores unos días antes de morir pierden el sentido del olfato, cosa que me hizo plantear ¿por qué?

Pues de todos es sabido que ese sentido, que parece de adorno y nada esencial, por el contrario nos mantiene indemnes, puesto que gracias a él podemos discernir un alimento corrupto, el mal olor hace que no lo comamos a pesar de que tuviera buen aspecto. Así que perdemos el olor porque vamos a morir, o morimos porque hemos perdido el olfato, he ahí la cuestión. 

Total que el olor bien, solo he tenido esta vez, dolor de garganta y fiebre los primeros días. Cómo la variante ómicron se instala en la garganta, leí que era muy bueno beber mucho para arrastrar así el virus al estómago y  allí lo disuelvan los ácidos. Parece que así ha sido. Voy a mejor, con agua, zumo y unos pocos paracetamoles.

Pero empiezo a estar cansada de este retiro, de no poder salir a la calle. Me recuerda al año 2020, a aquel encierro general. Madre mía visto en retrospectiva qué medida más drástica. Ya sabía yo que algo así no podía ser sano, porque los que pudimos salir a una terraza, tomar el sol, aún, pero pienso en tantas familias encerradas en pisos pequeños con niños. No es casualidad que hayan aumentado los trastornos mentales, que haya retrasos en el lenguaje en niños pequeños y de ansiedad en adolescentes. 

Creo que ahora más que nunca hay que salir a la montaña, caminar en espacios abiertos, porque tenemos que volver a equilibrarnos. Ese podría ser un buen propósito para este año, encontrar momentos de paz, en silencio, caminando, mirar los paisajes con ojos de niño, esos que se sorprenden y alegran de todo.

Una de esas frases que me gustan dice eso: 

Tre cose ci sono rimaste del paradiso, le stelle i fiori e i bambini.

Que no, no es de Dante Alighieri, aunque parece se le atribuya.

Y que yo traduzco, con un plus de sutileza:

 Tres cosas aún conservamos del paraíso: las estrellas en el cielo, las flores y las miradas de los niños.


Hasta aquí hoy. Disfrutad del jueves, que el tiempo pasa y todos los días cuentan.

Mañana más y mejor. Cuidaos.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...