Llevo desde el pasado lunes retirándole progresivamente el pecho a la peque. Ya ha hecho dos años y dos meses, el mismo tiempo que le dí a la mayor.
Los primeros días, se despertaba por las noches con pesadillas y me llamaba, sólo conseguía volver a dormirse apoyando su cabecita sobre mi corazón.
Los primeros días, se despertaba por las noches con pesadillas y me llamaba, sólo conseguía volver a dormirse apoyando su cabecita sobre mi corazón.
Pero lo más duro, para las dos, fue cuando se lo negué a la hora de dormir, estuvo llorando cinco minutos contados y cuando ya estaba por levantarme el pijama y darle un poco, de pronto paró se metió el chupete en la boca y con los ojos húmedos se durmió. Nunca he sido partidaria de dejarlos llorar, salvo si es por una rabieta de esas injustificadas, aunque lo cierto es que no han sido niñas proclives a ello.
Hay quién se asombra cuando saben de esta lactancia prolongada, mi hermana sin embargo el otro día me decía orgullosa que había leído que los seis meses que se venían aconsejando resultaba poco que ahora aconsejaban hasta los dos años, como has hecho tú!, ella también está amamantando a su hija recién nacida y se siente feliz por ello.
Y explico todo esto para animar a las futuras madres, y a las que están en ello a que perseveren, porque y hablo por experiencia propia, sigue habiendo algo de rechazo a la lactancia natural, cuando está demostrado científicamente que es la mejor forma de proteger al bebé. Y que no me digan que es más cómodo el biberón porque no es cierto, cuando le das el pecho tienes el alimento siempre contigo, a la temperatura adecuada, sin manipular, sin necesidad de ir calentando agua. Y el bebé siempre agradece ese momento de intimidad con su madre. Creo que las dos hemos disfrutado mucho con ello.
El caso es que esta noche por fin ha dormido de un tirón y sin despertarse por la noche…mi niña pequeña también se hace grande, ahora vamos hacia nuevas etapas.
Hay quién se asombra cuando saben de esta lactancia prolongada, mi hermana sin embargo el otro día me decía orgullosa que había leído que los seis meses que se venían aconsejando resultaba poco que ahora aconsejaban hasta los dos años, como has hecho tú!, ella también está amamantando a su hija recién nacida y se siente feliz por ello.
Y explico todo esto para animar a las futuras madres, y a las que están en ello a que perseveren, porque y hablo por experiencia propia, sigue habiendo algo de rechazo a la lactancia natural, cuando está demostrado científicamente que es la mejor forma de proteger al bebé. Y que no me digan que es más cómodo el biberón porque no es cierto, cuando le das el pecho tienes el alimento siempre contigo, a la temperatura adecuada, sin manipular, sin necesidad de ir calentando agua. Y el bebé siempre agradece ese momento de intimidad con su madre. Creo que las dos hemos disfrutado mucho con ello.
El caso es que esta noche por fin ha dormido de un tirón y sin despertarse por la noche…mi niña pequeña también se hace grande, ahora vamos hacia nuevas etapas.