miércoles, 12 de marzo de 2025

Boli nuevo

Lo bueno de escribir diario es que recuerdas cosas, singulares, a veces puramente anecdóticas pero que de otro modo es muy difícil de retener.
Por eso siempre les digo escribir cuando estéis tristes, sí, porque ayuda y mucho, pero no solamente, también hay que buscar un momento para escribir cuando uno está contento, porque al plasmar esas sensaciones también estás creando un recuerdo que tendrá un eco en el futuro.

Pero pasa que cuando uno es muy feliz, o está muy enamorado, no suele ponerse a relatarlo. Supongo que pretender eso sería algo así como estar comiendo un helado delicioso, y qué alguien te diga, para, para, ¿Dime qué estás sintiendo, define cuál de esos sabores te están deleitando o que textura te parece deliciosa?.

Debe ser por eso que casi todas las historias de amor por eso se explican a posteriori, casi nunca mientras se viven. Así que mejor entonces es recurrir a las fotos, una buena foto, que no tiene que ser perfecta, solo una foto en la que salgáis juntos, congela ese segundo perfectamente, te va a recordar la alegría del momento, el roce de su brazo, la sonrisa que era solo para ti, quizá hasta te venga a la memoria alguna de aquellas bromas que te hacían reír a carcajadas. Tengo una foto riendo así: cierro los ojos, echo la cabeza hacia atrás y los labios se cierran aguantando la punzada en los abdominales. Creo que era una fiesta, salen amigas mías detrás igual de traspuestas.

Y también tengo otra que hice hace poco, estrenando unas tazas apilables en tonos rosas, regalo  que me hice este año por Navidad, en la que cierro los ojos  un momento para sentir el rayo de sol mientras desayuno. Esa, no es obviamente espontánea y chispeante como la otra, pero quise captar la paz del momento. 

No todas las fotos explican lo mismo. A mi las que me gustan es las que me resumen un instante de mi vida, o de un pensamiento. A veces me parecen que son un equivalente a los haikus.

Y todo esto para decir que hoy entré en una tienda para comprar un boli nuevo, el que me pareció más bonito, de un rojo brillante e intenso. Veremos que sorpresas me depara.







Boli nuevo

Lo bueno de escribir diario es que recuerdas cosas, singulares, a veces puramente anecdóticas pero que de otro modo es muy difícil de retene...