jueves, 20 de marzo de 2025

Primavera, en teoría

    A mí, me intriga esa clase de personas que no tiene plantas en casa, tienen un pase los que tienen gatos que ya se sabe que ellos llegan a casi todos los sitios y algunas pueden ser tóxicas. ¿Pero el resto?

    Yo, de vivir en Barcelona, sería de los que tienen la terraza llena de ellas, por eso me encanta mirar los edificios y encontrar uno de los míos. Me da hasta ternura ese afán de cubrir de verde, los veo como náufragos en la ciudad, quieren vivir en otro sitio y tratan de olvidar el asfalto, los coches, el tránsito, con plantas enormes, me imagino la vista desde dentro. La imagen del día se la dedico a ellos, que no renuncian al mundo vegetal, sino que por el contrario lo aman y le rinden pleitesía desde su vida urbanita.

Cuando subo al jardín y veo ese desorden exuberante de plantas me digo pero qué maravilla es esta. Y si aprovecho para bajar un par de hojas de hierbabuena, de laurel, o de hinojo, incluso algún espárrago triguero me hace un montón de gracia, me siento muy feliz, la verdad. De hecho cuando acabe esta lluvia, pertinaz y a ratos insidiosa, me gustaría ir al garden y buscar algunos planteles.

De momento damos la bienvenida a esta tímida primavera, todavía con el jersey de lana y la bufanda al cuello y dos nuevos rosales para la ventana. 

El peso de una mentira

               Cuando su hija tuvo que irse precipitadamente no se llevó nada, ni siquiera un cambio de ropa interior, pues antes de marchar...