jueves, 27 de octubre de 2011

Libro interesante sobre la educación de los hijos

Quién me conoce lo sabe ya. Cuando algo me gusta, suelo recomendarlo con entusiasmo. Y por eso llevo unos cuantos días recomendando un libro, que hojeando en la biblioteca me llamó mucho la atención. Está escrito por una psicóloga, Martha Alicia Chávez, y se titula "Tu hijo, tu espejo".

Me ha gustado mucho por varios motivos, pero acaso el principal es el enfoque que da de la educación a los hijos, que se podría resumir en amarlos mucho, y procurar ser feliz, porque es la mejor manera de que ellos a su vez lo sean.

Es importante leer este tipo de libros porque te sirve para romper patrones de comportamiento. Algunos de los que yo he visto en casa son muy positivos, por ejemplo el cariño con el que se nos trataba pero al mismo tiempo otros, como los de dar más responsabilidad no son convenientes. Y sin embargo como los has tenido por normales sin querer los trasladas a tus propios hijos, al decir "venga que eres la mayor, tienes que cuidar de tu hermanita ..." o me sorprendió saber que el sobreproteccionismo de algunos padres, obedece a un rechazo íntimo y secreto hacia ellos. Y me conmovió mucho la historia de la nena del consultorio.

También comenta sobre las proyecciones que inconscientemente hacemos sobre los hijos  y cómo a veces el conflicto con ellos tienen su causa en conflictos propios, quizá cosas que arrastras de tu pasado, conflictos personales no resueltos.

El libro dice algo que realmente es inspirador, que es importante expresarles nuestro amor muy a menudo, que el contacto físico es algo realmente necesario, que hay muchos tabúes contra el tacto, pero que es una necesidad física y emocional y que tiene un poder sanador y que la expresión física del afecto no debería perderse.  
De hecho me pareció un buen libro para mi madre, dado que de acuerdo a la premisa lógica de si es bueno para para todas las madres, también ha de serlo para la mía en particular. Y si bien al principio, se mostró un poco reticente: pues no me parece tan bueno, no hay ejemplos para hijos de cuarenta años, hay cosas que no estoy de acuerdo... Sin embargo se lo quedó para acabárselo y decirme: bueno no está mal, aunque el final es muy raro. Y ciertamente, así es pues el final tiene una serie de prácticas, un tanto espirituales.

Pero la verdad es que este tipo de libros siempre se obtiene algún valioso consejo, a mi me ha gustado mucho.

El poema de Rudyard Kipling, El compromiso sagrado, que a mi me emocionó, porque define de forma muy certera ese compromiso que tenemos los padres con los hijos: quererlos incondicionalmente, para que ellos a su vez sean los que amen, y atiendan los afanes, de sus propios hijos.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...