martes, 6 de agosto de 2024

La verdadera felicidad

A veces hay citas que te roban el corazón, o la mente, la que leí en prensa hacía referencia a que la verdadera felicidad es sencilla sino no es de buena clase.
La felicidad en verano, es beberse un vaso de gazpacho, o de leche fresquita de la nevera con colacao si es por la tarde. Es aspirar el aroma de la albahaca al rozar sus hojas, es ver como maduran los limones a pleno sol. Y claro, ver el mar con sus olas incansables, infinitas y ese momento mágico en el que ellas también reposan y se queda tan en calma que sorprende. Es una travesía que pensábamos no nos atreveríamos a hacer en familia y que sí hemos hecho, en la que vimos atardecer el sol, un momento de plena oscuridad y luego el despuntar de la luna y su estela inquieta y alegre, para de nuevo ver amanecer, sobre el horizonte en el mar sin dejar de navegar.
También cenas compartidas, charlas con amigos, pensar nuevos planes, idear nuevos propósitos. Una clase de acquagym en la piscina,  un café con leche con tu mejor amiga hablando de cualquier cosa. O las risas cuando le chivo al futuro cumpleañero que los amigos esperan una fiesta, y  me contesta ya, pero yo no la quiero. 

Es una partida al ajedrez que te ha hecho divertir, o como ahora un rato robado para escribir a esos seguidores que me dice la estadística que se pasean por el blog, sigilosos, diríase de puntillas para asomarse por esta ventana para saber que es de mi vida, o de mi vida ficticia, que en esto de escribir nunca se sabe.

 A ellos les deseo también un feliz verano lleno de pequeñas felicidades.


La verdadera felicidad

A veces hay citas que te roban el corazón, o la mente, la que leí en prensa hacía referencia a que la verdadera felicidad es sencilla sino n...