sábado, 14 de julio de 2012

Siempre se aprende algo

Y es que no deja de ser curioso.

Uno se traslada a vivir a 3.000 Kms de su familia, y cuando vuelve de vacaciones, uno podría pensar que lo que le apetece es compartir el máximo de tiempo posible con ella, pero no, resulta que lo que de verdad le hace feliz, lo que de verdad le resulta emocionante es visitar lugares, ir al parque de la Ciudadela a remar, o a escuchar música clásica, a la Sagrada Familia (otra vez) al zoo (otra vez) ir al Borne a cenar...y oye son sus vacaciones. Son sus vacaciones era como un lema sagrado, y hostil que blandía al final de sus frases.
Básicamente me vino a decir, que yo siempre hacía lo mismo, yo le organizaba sus vacaciones, y que no me preocupase que cuando la niña fuera más grande viajarían por Europa ...
Por eso esa noche, cuando me abandoné a la lectura del libro sobre Virginia Woolf, magnífico, escrito por una italiana, y hablando de su amante Vita, refirió que más que amar a las personas amaba a los lugares, me dije anda, mira otra.
Ahora al menos ya lo sé, todas las dudas me han sido despejadas, ahora sé que no vienen por nosotros. Ellos solo vienen a verla a ella: la deslumbrante Barcelona y lo demás, no importa qué, es accesorio.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...