Llovía, llovía lo suficiente para abrir el paraguas, la acera era estrecha y se reconocieron en la distancia. Desde lejos se sonrieron y siguieron caminando, preparándose para el encuentro en unos metros, en unos segundos, él se quitó un auricular del ipod con la precisión exacta para poder intercambiar un saludo, una brevísima frase, pero que le suena pausada, grave y dulce a sus oídos, mientras ambos se ponen de lado para facilitarse el paso, él la mira con detalle pero eso no le importa tanto como de pronto reconocer en su sonrisa franca, un matiz de felicidad por el fortuito encuentro, es quizá un chispazo en su mirada y luego ese gesto, ese gesto que ya se lo había advertido con anterioridad pero que luego dejó de hacer y que de pronto ahora, al volver a hacerlo le parece sumamente significativo, le dice adiós con la mano junto al pecho como si no fuera bastante decirlo en voz alta, le resulta un gesto alegre, espontáneo y auténtico, ha sido para ella, sólo para ella. Un gesto que le ha llevado una nueva sonrisa a los labios y el corazón agitado hacia el coche, y la lluvia de pronto ya no le moja, ni el cielo es gris pues atardece en algún lugar escondido de sus ojos, sin poder evitarlo.
viernes, 24 de abril de 2009
Libros de Sant Jordi
La soledad de los números primos y Perdona si te llamo Amor, este año han sido dos de los libros que he regalado por Sant Jordi a mi hermano y a mi pareja respectivamente, uno romántico para mi madre, buscaba uno de Victoria Holt, pero como no encontré ninguno en la librería de mi amiga Laura, pues nada al final opté por uno que se titula Noches de Tormenta, y que recibió de buen grado diciendo, huy esta misma noche lo empiezo. Y las niñas también tuvieron los suyos.
Yo otros años también compraba para mi, de hecho me encantaba eso de pasear entre los stands situados en Rambla Catalunya y Pº de Gracia, e ir comprando aquí y allí los libros que me apetecía leer, cuando iba sola me hacía gracia escuchar los comentarios de los que compraban, las recomendaciones, que se hacían de ellos. Este año sin embargo, no me he comprado ninguno, porque ya tengo lecturas pendientes, ahora estoy enfrascada en La Catedral del Mar, y me está gustando mucho, es una novela de corte histórico situada en la Barcelona, en la edad media, muy bien documentada y con un interesante hilo narrativo.
Yo otros años también compraba para mi, de hecho me encantaba eso de pasear entre los stands situados en Rambla Catalunya y Pº de Gracia, e ir comprando aquí y allí los libros que me apetecía leer, cuando iba sola me hacía gracia escuchar los comentarios de los que compraban, las recomendaciones, que se hacían de ellos. Este año sin embargo, no me he comprado ninguno, porque ya tengo lecturas pendientes, ahora estoy enfrascada en La Catedral del Mar, y me está gustando mucho, es una novela de corte histórico situada en la Barcelona, en la edad media, muy bien documentada y con un interesante hilo narrativo.
El caso es que me encanta este día, porque quizá porque no es festivo, las calles están llenas de personas ávidas de comprar libros y regalar rosas, principalmente rojas. Es un día especial, como de ensueño, tanto que me atrevería a asegurar que es uno de mis días favoritos del año.
martes, 21 de abril de 2009
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