martes, 29 de julio de 2014

Tenerife

 La foto salió así, porque por algún motivo el objetivo no acabó de abrirse.En la era de las fotos retocadas, del photoshop, esta foto reivindica la realidad, tantas veces maravillosa e imperfecta.


También os he traído esta otra foto.Está hecha en una plaza muy céntrica y concurrida del Puerto de la Cruz, y aunque cueste de creer por lo gráciles y estilizados que aparecen, los dedos son míos, de nuevo otro error porque a mi lo que me interesaba era traer esas palmeras que parecían irreales, como fuegos artificiales en la tarde de domingo. Pero me trae recuerdos agradables, los helados y mi primer zumo de naranja y papaya.

Le dije que iría a verla y como se hacen las cosas si quieres de verdad hacerlas: improvisando. Sacamos billetes para las tres y fuimos a Tenerife.Y la verdad es que desde el punto de vista familiar, personal: estoy contenta de haberlo hecho.
La primera noche, con su cama nido desplegada, al vernos todas allí, exclamó riendo: la casa va a explotar! y la verdad es que lo llenábamos todo. Pero la última tarde ya tenía los ojos llenos de lágrimas porque nos íbamos. Y yo para consolarla le decía bueno no te preocupes, que nos vemos en diciembre, dile a tu madre que te enseñe el villancico para cantarlo, ¿vale? si ese, el vint-i-cinc de desembre, fum, fum, fum. Y ella que es tan musical ya deja de llorar para prestar atención.

Hacía doce años que no iba y la verdad es que he notado grandes mejoras, en infraestructuras sobretodo: las autovías son magníficas, el tranvía que une La Laguna con Santa Cruz una maravilla y el autobús que cogimos desde la estación central de autobuses, ostras parecía más que un bus un taxi grande, con asientos más cómodos que los del propio avión.
Hablando de avión, como ha cambiado el cuento. Antes parecía que viajar en avión era elegante y sofisticado, ahora en cambio me pareció que me subía a un autocar atiborrado, con esas maletas en los portaequipajes, los de delante un matrimonio y su hijo, detalle, el hijo llevaba un polo con un logotipo de Ferrari, nada más indicarnos que podíamos abrir el cinturón llenaron sus mesitas de bolsas del mc donalds y dejaron un olor nauseabundo de patatas y hamburguesas. Cuando acabaron y pensé que mi paciencia sería correspondida con la ausencia de más olores desagradables, los de su izquierda, dos amigas y la niña de una de ellas sacaron un pintauñas y le pintaron las uñas a la niña. Bueno es para entretenerla pensé, pero ahora ya le han puesto delante de una pantalla. Cuando acabaron ellas, le tocó el turno a la de atrás de éstas, pero esta aún incomodó más pues además de limárselas, llevaba acetona y el olor se añadió luego al del esmalte. Como hace más de cinco años que no cogía un vuelo pensé, sé prudente. Pero vamos tanto control con no llevar una botellita de agua y luego se suben disolventes y esmaltes y comida, y aquí no pasa nada. La verdad es que me pareció surrealista viajar en esas condiciones.
Vale que era un billete de clase turista, pero no era una línea de bajo coste. No quiero ni imaginarme como van aquellos.
El caso es que a la vuelta por un retraso me acerqué a comprar una revista, y opté por el Hola porque una chica lo abrió cerca y vi una casa en Mikonos que me pareció bonita. Menos mal que opté por la revista y no por el periódico así viajamos sin saber que otro avión esa misma mañana se había estrellado en Mali.
El caso es que encontré que la revista necesita nuevos redactores y he pensado en ofrecerme.
En primer lugar, el artículo de la casa que resultó ser de una señora que había introducido las grandes marcas de alta costura en la isla es como poco sorprendente.
Hay unos pies de página que dicen cosas del tipo, el impresionante tresillo de color azul, (cuando en la foto se ve intensamente lila) junto a estas lineas, y todo es absurdamente grandilocuente, como lo del magnífico Mar Egeo.
La historia de la señora podría ser interesante, puesto que triunfa, hasta que un diagnóstico erróneo de un cáncer terminal la empuja a vender su imperio. Pero la entrevistadora le pregunta cosas del tipo y ¿Cómo que le gusta vivir aquí? 
En fin, que no sé de dónde sacan ese manual de estilo pero esas frases tan largas, con tantas oraciones subordinadas que al final dudas en si tocaba el masculino o el femenino, no me parece elegante. Es más bien esperpéntico, les aconsejo más frescura y naturalidad. 
Cuanto al resto de la revista no puedo comentar mucho más, porque salen fotos de personas a las que no tengo el gusto de conocer y que tampoco daban noticias de interés. 
Al final recordé aquel bonito proverbio, el que tiene un libro consigo guarda un jardín con él o algo así. Deber ser por eso que yo siempre llevo uno en el bolso.
Pero bueno lo bueno que tienen las vacaciones, es que son para recordarlas.
Y el salir te hace tomar perspectiva de tu propia vida de tus puntos fuertes y débiles. Te hace valorar a veces algunas cosas, y echar de menos a personas, y aunque solo sea por eso, merece la pena el avión, con sus olores, y las revistas del aeropuerto.
Espero que tengáis felices días de vacaciones. Y a los del Hola, llamadme cuando queráis que estudiaré vuestra propuesta.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...