Hoy he ido a hacer acquagym después de dos semanas, me ha gustado mucho la clase, eran series de ejercicios de brazos y piernas que se repetían en lapsos cada vez más breves.
El profe que ha estado una semana fuera trabajando en otro centro, nos comentaba sus percepciones con relación al trato con la gente. Lo que más le había sorprendido es la gran distancia que en una clase de acqua-fitness (a ver si nos ponemos de acuerdo con el nombre) todos mantenían entre si. Recordando un ejemplo práctico de una clase en la facultad, que consiste en poner a tres personas sobre una alfombra redonda y decirles que busquen el modo de girarla sin salir de ella. Los chicos encontraron la solución en unos 15 minutos, por lo visto el mismo experimento con tres ejecutivos tardaron mucho más, porque trataban de hacerlo individualmente en vez de cooperando. Y luego también nos ha explicado que las personas mayores necesitan mantener una mayor distancia que los jóvenes, que éstos buscan el contacto más próximo. Curioso.