sábado, 8 de agosto de 2009

Gatito, no lo olvides.

Esta mañana temprano, como cada día, la peque me despertó con su “hambre.” Debería enseñarle aquello de “mamá quiero desayunar” pero como no soy de hablar mucho hasta que no me he tomado el café, cuando ya tengo conciencia es demasiado tarde ella ya ha desayunado. Y así hasta el día siguiente por la mañana. Estamos en un bucle.
Es muy graciosa, porque al principio acompañaba el sustantivo, con un expresivo gesto, abría la boca y se señalaba con un dedito dentro, y que ahora ya plenamente convencida de que nuestras habilidades comprensivas han mejorado considera innecesario.
Una de sus últimas anécdotas precisamente fue a la hora del desayuno en las que insistía gatito! Gatito! Y yo le decía quieres esto, ofreciéndole un imán de la nevera con forma de gato, nooo ga-ti-to insistía ella, y yo loca buscando que gatito podía ser ese que ella veía y yo no encontraba, hasta que me puse a su altura y riendo le digo, ¿qué gatito, que no te entiendo hija.. Y ella entonces se va delante del microondas y señala Cola Cao ga-ti-to, aaaahhh exclamé yo ya te endiendo el Colacao CALENTITO.

lunes, 3 de agosto de 2009

carencias de la inteligencia

A veces cuando me desvelo me bajo al salón a leer un rato desde el sofá. Uno de los que me gusta es uno de Edgar Morin, he de reconocer que no es una lectura fácil, sus frases están llenas de aparentes contrasentidos, pero a mi me ayudan a pensar hasta que me agota y me duermo, tan sencillo como eso.
Ayer en concreto me gustó especialmente este párrafo, que os traslado decía algo así a propósito de las carencias de la inteligencia:
la incapacidad de sacar lecciones de la experiencia, la no modificación de los esquemas mentales, la selección de falsos problemas en detrimento de los verdaderos, la pérdida de vista de los fines en el uso de los medios o incapacidad de concebir los medios adaptados a los fines suscitan formas múltiples de ceguera ...
Y todo ello a propósito de los recientes atentados de ETA, otro nuevo sin sentido, un ir hacia ninguna parte, salvo para sus autores que cada paso bajan al infierno, esclavos de ese _su dios pagano_, que les pide bombas, muertes y dolor.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...