martes, 29 de noviembre de 2011

La importancia del jardinero

Hace tiempo leí algo que debió gustarme y debí almacenar en algún lugar, dónde guardamos las enseñanzas importantes, decía algo así como que si todo el mundo se ocupara de su jardín el mundo sería un vergel.
Me gustó la frase por la doble lectura. La material, es obvia, si todos nos ocupásemos de mantener, cuidar nuestras plantas, nuestros espacios compartidos serían auténticos jardines de babilonia. El jardín, puede ser una maceta en un balcón, o en el alféizar de una ventana si no corre peligro de caerse. Y en el peor de los casos dentro de casa, cerca de una ventana. En su mínima expresión podría ser una planta encima de tu mesa de trabajo, por pequeña que sea nos ayuda a recordar la importancia de las plantas en nuestra vida.
Hoy mientras le quitaba el polvo de las hojas a una planta, pensé que a aquellos que no acaban de tener mucha empatía con las plantas, tal vez sería buena idea que se acercasen a un garden, y solo por curiosidad rozar a una mimosa,  comprobar como se contrae y se cierra inmediatamente es realmente impactante (sin embargo no conviene jugar con ella porque he leído que ese gesto le supone un gran desgaste) o una pequeña planta carnívora que se cierra cuando un pequeño insecto se posa en ella. De algún modo te rompe los esquemas aprendidos sobre las plantas.
La segunda lectura sumamente espiritual, es realmente formidable, si todos nos ocupáramos de nosotros mismos, de limpiar y barrernos por dentro, para dejar salir de nosotros  nuestra mejor versión, nuestro lado más simpático, chic, alegre, positivo y bondadoso. Ah entonces el mundo no sólo sería un vergel, también sería un paraíso de convivencia humana. Lo dicho, la evolución pasa por convertirnos en jardineros.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...