martes, 15 de marzo de 2011

Una lección de entereza

No iba a hablar de Japón, ni de la magnitud de su desastre, las imágenes son suficientemente aterradoras. Sin embargo he de decir que me ha conmovido profundamente el modo en que están afrontando la situación, cada vez más complicada. Hablan de entereza, como atribuyéndolo a un rasgo del carácter, pero tal vez sea educación, de todos modos contrasta con aquellas otras noticias que llegaban cuando el desastre del Katrina, como asaltos, saqueos a los comercios, incluso violaciones en el propio estadio de fútbol donde se refugiaban los afectados. Creo que deberíamos aprender mucho de esta sociedad en ese aspecto.
Respecto las nucleares, creo que seguras, a la vista está que no lo son.

lunes, 14 de marzo de 2011

Un buen lunes

Fui a nadar por la mañana. Luego después de inglés retomé un proyecto que pensé no iba a prosperar con la ilusión renovada: necesitamos proyectos y nuevas metas, siempre.
Por la tarde, le quité el plástico a la escoba eléctrica y seguramente llevada por el entusiasmo de la limpieza fui a donde guardo diarios, aproveché para quitarle el polvo a la caja, y como si fuera un tesoro, se paró el mundo, me senté a leer y ya entonces tan sólo interrumpía el relato unas voces conocidas que decían maaaama quiero la merienda, maaama estoy en el lavabo y es caca! mamaaaa quiero el bañito... ya! de todos modos el tiempo volaba tras las páginas, como si retomara contacto con una vieja amiga, que no deja de explicarte que si ha ido al cine, que si ha salido a tal sitio, que si los planes para el fin de semana, que te habla de amistades comunes, con la que sorprendentemente compartes muchas aficiones, que casi me dió apuro ver unos dibujos de flores.
En fin que ha sido una delicia, recuperar aquel otro yo de entonces y constatar que en algunas cosas no he cambiado tanto y sin embargo a algunos de los protagonistas de entonces ahora no tienen, ni tan siquiera un triste papel secundario, ah el libreto!

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...