lunes, 11 de abril de 2011

Ricitos

Soñita. Así me llamó un día, me hizo gracia nunca antes me había llamado así. Sonieta otro, esta vez alentada por su madre. Me vas a llevar contigo? No? Buaaaaa lloraba yo, se reía ella. ¿Me llevarás si me pongo los ricitos? Si? Bieeeeenn.

Parece que la estoy viendo, con sus ojos claros y su sonrisa fácil.

La echo de menos. Han estado aquí una semana y no sé al verla cada día es como si hubieran sido más días. Me he reído mucho con ella, con sus no-no-no, stop! no se pasa, o a la sillita de brazos cruzados (por lo visto es lo que mejor ha aprendido de su guardería). Y me encantaba oir como me llamaba cada vez que alguien le quitaba un juguete, o cuando quería un "gugur" y me llevaba a la nevera para que se lo diera, o cuando decía cierra los "jojitos" y me ponía las manitas en la cabeza, pero lo que más gracia a parte de oírla hablar es ver como baila, en cuanto oye música se mueve como si tuviera un sensor dentro. Que coordinación para ser tan pequeña. Me hizo reir cuando jugaban al juego de las sillitas cuando la canción acaba ella estaba más pendiente por moverse que por encontrar su silla.

Siempre he pensado que todos los niños tienen su gracia. Me gustan. Y viendo a mi sobrina presiento en ella una gran personalidad.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...