De camino nos encontramos una pequeña minnie, y al sentarnos en la mesa había un biberón de agua del mickey, mi amiga que tiene un humor fino dijo cualquiera que nos vea va a pensar que venimos de Eurodisney y no de pasear por el río!
El caso es que ya atardecía cuando tomamos fotos de la iglesia románica camino del coche. A veces cuando tenemos tan cerca algo bello, no lo apreciamos lo suficiente. Tomamos perspectiva, y en silencio apreciamos entonces como se imponía: con la extraordinaria elegancia que emana de su sencillez.
A la vuelta ella escribió en el facebook: una tarde perfecta. Yo también comenté: si el secreto de la felicidad está en la buena compañía.