miércoles, 5 de octubre de 2016

La mejor amiga de mi mejor amiga

La recuerdo alta, alegre, de ojos grandes y expresivos. Era su amiga de facultad, recuerdo a su novio, un poco taciturno junto a ella. La recuerdo habladora, incluso con sus manos y como también le gustaba bailar.
Supe por mi amiga que tuvo éxito profesional, que se casó que tuvo dos nenes, que se separó y encontró otra vez el amor y con él soñó ampliar su familia. En sus planes no entraba el enfermar de cáncer, pero ha sabido como ser fuerte, ha sabido exprimir el tiempo que tenía con sus hijos, ha sabido como sobrellevar una carga que seguramente a veces, le ha parecido infinita. Me contaba mi amiga que este verano comieron juntas y que a pesar de todo lo malo, bastaba con cerrar un momento los ojos y seguía siendo ella, la de siempre, a pesar de todo lo que había pasado, de lo que seguía pasando. También me contó que este verano, tal vez con la secreta intuición que pudiera ser el último que compartiese con ellos, con más coraje que fuerza, se los llevó a una playa con rocas como las que ella jugaba de niña, por enseñársela, para que disfrutasen, por regalarles otro recuerdo que les acompañase siempre.
Me contó hoy mi amiga, que su amiga está en sus últimos días. Y me conmovió saberlo.
Es difícil encontrar las palabras adecuadas, pero aún lo es más encontrar un sentido, un porqué.
Hoy por eso, quiero recordarla como es y desde aquí, enviarle mi cariño, por toda la alegría que ha sabido compartir a su alrededor y desearle mucha fuerza y luz. 

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...