viernes, 19 de diciembre de 2008

Por dar conversación

La secuencia es ésta. Suelo ir a clases un par de veces, cuando por horario puedo. Y algunos sábados. Entre semana nunca he hecho una clase con más de cuatro personas, los sábados en cambio si podemos llegar a ser hasta quince.
El lunes pasado sólo fui yo, no hizo la clase pero me propuso ponerme la música mientras hacía mi entreno (gesto amable por su parte) le pregunté ¿la has cambiado ya? (por darle conversación) y me contesta si, claro, ¿no viniste a la clase del viernes?, no ¿y a la del sábado?, no. Ah! (pone cara de sorprendido)
Y digo yo, como puedes preguntar si ha venido, a una alumna que viene con tanta regularidad, vamos si es que soy la ALUMNA con mayúsculas si, si es que a menudo soy la única que viene a clase.
Realmente o no se fija mucho, vamos nada, y en cuanto nos ve en el agua somos tan diferentes como una manada de pingüinos, o va muy estresado que puede ser, o no quiso darle importancia y quedó pillado en falta por lo tremendamente obvio: que tiene que saber si vengo o no a clase, vamos, creo yo. (Me tiene frita)

jueves, 18 de diciembre de 2008

La felicitación

Cuando llegan estos días, siempre me pregunto si las escribo o no, las postales.
Precisamente esta mañana he enviado unas cuantas por mail, son las de los amigos del trabajo, las de los amigos del grupo, pero la familia, siempre me plantea la duda de si escribirles la postal o no.
Supongo que en cada casa siempre se atribuye ese papel, de escriba navideño a alguien, y ese alguien en la mía era yo. Desde bien pequeña, recuerdo como hacía las líneas con lápiz para escribir sobre ellas, y las equivocaciones y volver a empezar.
Sin embargo el recuerdo más bonito que guardo de ellas es una llamada de mi abuelo, al recibirla, emocionado al ver en mi letra el reflejo de la letra de su propia madre.
Ciertamente, ahora que lo pienso pocas cosas son tan hermosas y sencillas como que te dediquen unas líneas manuscritas.

martes, 16 de diciembre de 2008

Sofía y otras alegrías

Estos días les estoy leyendo las novelas abreviadas y bilingües que regalaban con La Vanguardia a las niñas, cuando nos vamos a dormir. Ayer estaban algo más revoltosas, la peque me cogió el libro y nos la quedamos mirando a ver que iba a hacer. Se lo pone delante empieza a girar páginas como buscando donde nos habíamos quedado y dice “A-, a-” (por “a ver”) ya nos empezamos a reír, yo le dije bueno va pues léenos tú un poco, pero tras unos segundos de duda se lo puso encima de la cara en un movimiento rápido y dijo cu-? Nos hizo partir de la risa a su hermana y a mí.

Pero entre otras noticias positivas, sin lugar a duda la más destacable es que por fin soy tía de una preciosa niña, tinerfeña, que nació el viernes: Sofía. Nació grande casi 4Kg y con 51 cms. Un amigo mío dice que debe ser el clima benigno de las Canarias, pero bueno su padre hace 1,90cms y mi hermana tampoco es bajita así que la niña tenía bastantes posibilidades de ser grande. Desde aquí le envío muchísimos besitos, que por algo soy su madrina (hada madrina que diría mi hija) que bien.
Abrazos.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...