El puente ha sido muy social, hemos quedado con amigos, algunos con los que no quedábamos hace muchísimo tiempo: una cena en la pizzeria, un brunch con una larga y entretenida sobremesa, una tarde de chimenea y pelis, algo de deporte. Unos días sin aglomeraciones, sin largos desplazamientos así que en ese sentido perfecto, porque vimos por televisión imágenes de Madrid, y las largas colas para comer una hamburguesa o una bocadillo de calamares... en fin me pareció un poco locura, no sé si pre-navideña o post covid.
Yo estoy sacando los adornos gradualmente, saqué las bolas del árbol, unas muy nuevas (las verdes) pero no el árbol, ni el pesebre. He cambiado la vajilla, ahora está la azul, la que mi madre reservaba para las fiestas. He encontrado un cancionero de navidad con todos los villancicos, por si nos da por cantar algunos. Un año me dediqué a buscar los que más me gustaban y los imprimí, porque me di cuenta que cada vez cantábamos menos estrofas. Son bonitos, tengo muy buenos recuerdos cantándolos en Nochebuena, cuando la celebrábamos con mi tía y familia.
Y aunque ya he ido al garden, no me he decidido aún sobre qué plantas voy a poner este año para decorar las ventanas, pero sí ya tengo la Poinsettia (Euphorbia pulcherrima) y un ramo de eucalipto que da un aroma muy agradable al entrar en casa. Al menos hoy vi unas lucecitas que me parecieron muy bonitas, porque eran como bolitas de color cobre y dan una tonalidad muy acogedora. Poco a poco, para no saturarnos, iré desplegando los detalles, así vas disfrutando del proceso. O haciéndote a la idea de que no podrán ser como antes, porque las circunstancias son otras. Todo cambia, como decía el filósofo la vida es cambio. Pero no siempre somos conscientes de ello, que digo, casi nunca lo somos.
Y vosotros ¿Qué tal?
