miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cosas que aprendí ayer perdiendo

Ayer fui a la entrega de premios de un concurso literario. Vaya por delante que no suelo presentarme a concursos con mucha frecuencia. Ésta era mi segunda vez, la primera fue con un relato corto, muy ameno que tampoco resultó premiado.
Sin embargo ayer fui porque recibí un correo electrónico que me invitaba por haber presentado a dicho concurso e instaba a imprimir la invitación.
Al llegar con una hora de antelación porque advertían de las dificultades a la hora de aparcar, me fui a tomar un café con leche para hacer tiempo. Mi bebida favorita es el zumo de naranja natural, pero cuando estoy fuera casi siempre pido café con leche o un cortado como allí no había cafetería me fui a un centro deportivo cercano donde disponen de una.
Cuando una hora más tarde me acerqué al evento. Una amable joven me preguntó si era autora y me recomendó que nos sentáramos cerca del pasillo por si éramos llamadas a salir. Menuda tontería. Ayer aprendí que las ganadores ya estaban advertidas de que habían sido las premiadas, por eso la ganadora iba acompañada de cuatro personas, la finalista con su marido. Las otras allí estábamos como en fila india, sin nadie a nuestro lado. Y abandonamos presurosas el acto, en cuanto finalizó,  porque fuera nos esperaba la misma amable joven que una hora antes fingió no saber nada, para devolvernos nuestros escritos. Tres copias, perfectamente encuadernadas, que no tenían aspecto de haberse abierto, ni leído, no así el cd, cuyo estuche me devolvieron roto.
El jurado valoró por unanimidad la novela ganadora y la consideraron muy bien escrita así que espero poder leerla el año que viene cuando se publique.
Pero la verdad es que el hecho de que un miembro del jurado preguntase en que consistía el premio, me dio que pensar. ¿Eres un miembro destacado del jurado y no te lees ni las bases? no me cuadra, no queda serio.
Así que ayer fue un día muy instructivo.

La verdad está ahí fuera, hay que saber buscarla y forjar tu propio criterio.



miércoles, 2 de septiembre de 2015

Grandes cosas

Necesitamos: alegría, felicidad, esperanza y amor.
                                       
                                         Vicent van Gogh


No suelo ver el telediario cuando están mis hijas delante, hace mucho tiempo decidí que eran demasiadas las imágenes impactantes, que resultaban demasiado incomprensibles aquellas noticias de padres que matan a madres, o que matan a sus propios hijos antes de suicidarse. No consideré necesario explicarles de forma lógica toda esa locura que a diario nos transmiten, pero el otro día vieron uno de refilón y la pequeña protestó, porque no quería ver esas noticias.
Al día siguiente a la hora de comer, pusieron la televisión y me dejaron ver "el telediario" donde una cantante sale de la cárcel, otro va a casarse, y otro habla de sus vacaciones, cuando acabó se levantó apagó la tele, me viene y me dice: bueno, pues hoy no ha sido tan malo como otros días... Me sonreí y asentí con admiración, porque lo decía en serio.

Todos necesitamos lo mismo. Otro mundo es posible, hay que atreverse a soñarlo.

miércoles, 22 de julio de 2015

Este, ese y aquel

Es curioso y sorprende que habiendo pasado tantos años a veces vuelves a pensar en personas que el tiempo y el espacio se llevaron de tu lado. Pero vuelven, en forma de un recuerdo, inesperado y esa ausencia, que ya ha perdido hasta el nombre, simplemente no es ausencia porque está prescrita, parece que reivindica su momento de atención, o de gloria que yo no sé.

El caso es que allí estaba yo, rodeada de gente, cuando me di cuenta que a mi lado, estaba él. Me estaba escuchando hablar, apoyaba el índice sobre los labios, como si sopesara con atención, como si fuera a intervenir en cualquier momento. Es absurdo me dije ¿porque lo has traído al pensamiento? Solo después pensé que a lo mejor no fue cosa mía, que a lo mejor también era él el que quería venir a verme. Al fin y al cabo la telepatía no es más que eso, una comunicación a ambas bandas, una corriente de energía invisible, si se quiere pero tan eficiente, tantas, tantas veces.

miércoles, 15 de julio de 2015

Vacaciones estivales


Venga va, al menos una, que si no luego se nos olvida lo bien que lo pasamos. Ese dolce non far niente, que consiste en: pasear a primera hora, desayunar, ir a la piscina, comer, una breve siesta y playa de nuevo.
En fin, fueron cortas pero las disfrutamos, que es lo que importa. Cambiamos de paisajes, nos llenamos los ojos como dijo el poeta de otros cielos, de otros paisajes, que aunque no eran nuevos para nosotros porque nos gusta volver a los sitios que nos gustan, los disfrutamos más si cabe, sabiendo que serían por pocos días.
En fin aquí os los dejo, a modo de postales.







jueves, 14 de mayo de 2015

Flores de primavera



"Alstroemeria aurantiaca", también conocida como "Lirio de los Incas". 
Una planta bulbosa que me encanta y que año tras año sigue dando flores.


Geranios de flor pequeña, lila y rosa, alegres y resistentes al sol y al frío.



Otro geranio de flor grande y rosas.

viernes, 17 de abril de 2015

Milano



Este es un paseo por Milán, espero que lo disfrutes. Gente amable la que nos encontramos allí.







La pausa.


Patos en Como.


Milaneses aprovechan para visitar gratuitamente la Pinacoteca de Brera, primer domingo de mes.


Un rincón con encanto.


Una turista frente una elegante floristería.


Un milanés camino de la comida de pascua.


Esos tranvías, antiguos y  modernos  y todas sus luces suspendidas en medio de las calles.



miércoles, 25 de marzo de 2015

Billetes baratos que se pagan con la vida

Pocas cosas en esta vida pueden decir que sean fiables al cien por cien, posiblemente no haya nada, que no tenga un margen de error posible.
Pero que el avión siniestrado, ayer, tuviese veinticuatro años, cuando el límite de explotación comercial es el de veinticinco y que dicho avión hubiese sido transferido de la compañía matriz a su filial de bajo coste el año pasado. No sé, creo que  nos tendría que hacer reflexionar sobre este tipo de aerolíneas.
Creo que deberíamos tomar conciencia de una cosa, primero que no es posible por costes pretender viajar con billetes a 33 euros (como ofertaban hoy, en internet cuando ponías el nombre de la compañía siniestrada) aunque nos hayan querido hacer creer que se lo ahorran en el refrigerio, o cobrando las maletas.
Un avión, su mantenimiento, el combustible que gasta, el personal, los gastos del aeropuerto no creo que pueda sufragarse todo ello a base de billetes a 50 euros y si lo hace siempre es a coste de algo.
Cuando pasó el accidente de Spanair, en el 2008, leí en un blog que los mantenimientos a lo mejor no habían sido los más adecuados. Ahora que los pilotos de la compañía siniestrada se están negando a volar. Que cada uno saque sus propias conclusiones
La pretendida democratización de precios en el transporte aéreo me parece que es solo una publicidad engañosa. A lo mejor deberíamos viajar menos, pero viajar más seguros. No creo que sea ético, poner en peligro o lamentablemente cobrarse vidas, como en estos casos, por hacer rentables estas compañías.

Primavera, en teoría

     A mí, me intriga esa clase de personas que no tiene plantas en casa, tienen un pase los que tienen gatos que ya se sabe que ellos llega...