Sí, por supuesto alguna vez tuve manía a este mes, pero este año es diferente. Estaba ya cansada del agosto, el pueblo demasiado
vacío, las calles tristes, los comercios cerrados. Así que he recibido el mes de septiembre como un regalo, para mi
solita. Y sé que me miran de reojo, porque sigo pertinaz con mis
bermudas yendo a la piscina con la bolsa enorme cargada de toallas pero que le vamos a hacer, mi trabajo de ahora es ese, cuidar y disfrutar de mis niñas y si hay que llevarlas a la playa se va, y si al día siguiente toca piscina pues nada, que el buen tiempo ya se acaba. Y el resto a consolarse y a hacer lo mejor que pueda su trabajo, que para eso le pagan, así que un poco de
alegría. Que ya me lo dice una amiga brasileña aquí nos reímos poco y debe ser cierto.
Y ya
estáis todos en casa de nuevo, sanos y
salvos de vuestros viajes y pequeños periplos por el mundo escribiendo y eso también se agradece, porque también se ve en esto de los blogs un descenso considerable en el mes de agosto, será que lo divertido es conectarse desde la oficina y en fin que en vacaciones uno rompe con las rutinas. En fin nada, no pasa nada, ya estamos todos, pues hala a trabajar y a levantar el
país.
Besitos para todos.