miércoles, 28 de mayo de 2008

Los diez secretos de la abundante felicidad

Una vez en semana voy a la “deixalleria”, algo así como un centro de reciclaje de basuras, allí llevo los tetrabrics, las botellas de plástico del agua y de productos, vidrio, pilas, bombillas, bolsas de plástico. Lo bueno de ese sitio es que siempre hay algo que “reciclar”. El otro día era una estantería de mimbre en perfecto estado, otro una enciclopedia con todos sus tomos, de acuerdo era de los años 80, pero daba una pena verla allí. Y como son muy majos los que trabajan allí han montado un rincón donde dejan los libros que llevan, en vez de tirarlos al contenedor del cartón. Hubo una temporada en que cada vez que iba me paseaba por ese rincón y rescataba de su triste fin algún libro, y cuando veía títulos importantes me decía pero como pueden tirar a la basura La Casa de los Espíritus, o uno de Gala encuadernado en piel. En fin que en una de aquellas incursiones me llevé un libro muy sencillo pero de título rimbombante, ni más ni menos que el que he tomado prestado como título del post. Me eché a reír hombre cualquiera dice que no a la felicidad, pero no a una felicidad cualquiera no, sino a la abundante… en fin que me lo dejé en el coche, como otros libros que tengo allí para leer en las esperas o en las siestas de la peque.
Ya voy por el octavo secreto... me acerco, me acerco.

Un abrazo

2 comentarios:

Camy dijo...

Buena idea esa de dejar los libros para que puedan ser recogidos. Ya me dirás sí la felicidad está en esos diez secretos.

un beso

Sonia dijo...

Haré algo mejor, te lo pasaré.

Un abrazo

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...