sábado, 8 de agosto de 2009

Gatito, no lo olvides.

Esta mañana temprano, como cada día, la peque me despertó con su “hambre.” Debería enseñarle aquello de “mamá quiero desayunar” pero como no soy de hablar mucho hasta que no me he tomado el café, cuando ya tengo conciencia es demasiado tarde ella ya ha desayunado. Y así hasta el día siguiente por la mañana. Estamos en un bucle.
Es muy graciosa, porque al principio acompañaba el sustantivo, con un expresivo gesto, abría la boca y se señalaba con un dedito dentro, y que ahora ya plenamente convencida de que nuestras habilidades comprensivas han mejorado considera innecesario.
Una de sus últimas anécdotas precisamente fue a la hora del desayuno en las que insistía gatito! Gatito! Y yo le decía quieres esto, ofreciéndole un imán de la nevera con forma de gato, nooo ga-ti-to insistía ella, y yo loca buscando que gatito podía ser ese que ella veía y yo no encontraba, hasta que me puse a su altura y riendo le digo, ¿qué gatito, que no te entiendo hija.. Y ella entonces se va delante del microondas y señala Cola Cao ga-ti-to, aaaahhh exclamé yo ya te endiendo el Colacao CALENTITO.

2 comentarios:

Jordicine dijo...

Muy tierno. Un beso.

Sonia dijo...

A mi también me lo parece.
Un abrazo

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...