miércoles, 6 de septiembre de 2023
Imposible es solo lo que no intentas
lunes, 4 de septiembre de 2023
Septiembre, de vuelta al blog
lunes, 21 de noviembre de 2022
Los jueves anti-rutina
Creo que fue la pequeña, pero no estoy muy segura, la que se inventó lo de los jueves anti-rutina, era muy menuda y hacía mucha gracia escucharla con sus ricitos y su modo de hablar resuelto y risueño. Supongo que fue una forma creativa de salirse con la suya, porque básicamente era ir a comer fuera ese día entre semana y volver al cole por la tarde. Pero como nos gustó la idea la incorporamos a nuestras semanas. Hasta que fueron creciendo, fueron cambiando de cole, de instituto y en fin, como pasa todo, que nada permanece sino que se transforma, también aquel jueves especial, ese jueves infantil de capricho, también ese, se diluyó entre el resto de laborables. Y ya casi no lo recordábamos, hasta que la semana pasada, ella con su pelo liso, tan alta ya o más que yo, me dijo de esa manera un poco cantarina de cuando quiere pedir algo, ¿oye podríamos hacer un jueves anti-rutina, no?
Qué feliz me hizo. Las tres de nuevo, me reí mucho.
jueves, 27 de octubre de 2022
Y si el mundo se acaba, tu vendrías verdad
Hoy jueves ha sido un día atípico. He vuelto a ver a mis primas, las que se han mudado junto sus parejas a una casa grande con jardín y piscina. Las echo mucho de menos y me pasa a menudo cuando paso en coche por delante de su antiguo barrio. Así que por fin hoy hemos quedado a hacer un café. Las he visto contentas, me han enseñado un video de como van las reformas, he visto una cocina blanca, de estilo provenzal, un parquet gris con vetas, las puertas dobles del salón, con cristal arriba para dejar pasar la luz y como se lo están haciendo igual, pues les va a quedar muy bonito a las dos. Nos hemos estado casi una hora larga y se nos ha hecho corto, porque hacía tantos meses que no hablábamos que había mucho de lo que ponerse al día.
Luego he comido con mi hija pequeña porque la mayor se fue a la bolera con amigos de la Facultad. Después me he ido a comprar la buganvilla de dos tonos, rojo y fucsia, que cada día me miraba esperando que fuera a por ella y la he dejado en la entrada para verla mucho.
Y después he subido a la perreta a la terraza y me ha dado por mirar en el trocito de tierra, junto al rosal para ver si tenía sorpresa, y sí las flores del azafrán ya se habían abierto. Qué olorcito y sobre todo que bonitas son con ese color lila encendido. Me he ido contenta a acompañarla a la hípica. La tarde estaba espectacular, buena temperatura, el cielo limpio de nubes, los pájaros trinaban y yo encontré un rincón agradable donde sentarme a escribir, qué, pues todo lo bueno que había tenido este día, para que así cuando un día lo relea sea capaz de rememorarlo.
El otro día estuve a punto de tirar unas agendas, eran muy grandes de cuando trabajé en la inmobiliaria, pero de pronto fue abrirla leer un par de días, explicaban solo una cena, o un plan de tarde, o el relato de una ducha reveladora donde cada gota era una idea y me quedé estupefacta, ostras así era mi vida. Y solo entonces comprendí la verdadera importancia de los detalles, no es que sean importantes, es que son los hilos con los que se teje la vida. La vida es esa broma de ayer que te hace reír, a modo de despedida, "y recuerda hija papá bueno, mamá mala" porque no le he dejado ir con unos pantalones determinados al cole. La vida es esa anécdota que viajó a través del tiempo. La vida es esa foto que te envían que te recuerda quién eres. La vida también es el recuerdo de aquellas dos únicas series que veías, o lo que cenasteis una noche cualquiera...
Como hoy, que justo ahora me acaba de traer mi cuñada unos boniatos asados que ha hecho María, la abuela de las nenas, con ese regusto dulce me despido hoy.
lunes, 10 de octubre de 2022
El adn y otras cosas sin importancia
Me sorprendió una noticia. Un hombre falleció repentinamente, parece que de un infarto fulminante tanto que no tuvo tiempo ni de beberse la copa de vino que se acaba de pedir, tenía 66 años y después de leer su historia me pareció que su muerte acabó siendo un reflejo de lo que fue un poco su vida, unos genes que él siempre mantuvo que eran de un rey pero que solo le procuraron una vida apartada, rural, siendo adoptado por una familia de payeses catalanes. Se llamaba Albert Solà.
Y lo que realmente me ha parecido alucinante y esperpéntico es que a pesar de reivindicar que su padre era el rey Juan Carlos, los tribunales no le permitieron solicitar una prueba de adn que lo confirmase. Pero entonces en un giro de guión otra persona, una mujer de Bélgica que también se considera hija también del otrora rey de España, se hace una prueba genética que confirma que ambos, son medio hermanos.
Así que vemos por un lado que seguimos en una sociedad poco democrática y un tanto medievalista, porque el heredero debe ser el legítimo, se ignora a los que nacieron fuera del matrimonio, a pesar de que sean hijos verdaderos. Y yo me pregunto en base a qué, si la monarquía precisamente tiene su razón de ser, precisamente en el derecho que otorga la sangre y es siempre la continuación de un linaje, de haber podido demostrarlo hubiera tenido, tenía derecho legítimo a la corona, por ser el primogénito. Muy claro debieron verlo para no permitirle demostrarlo. Razones de estado, obviamente.
Pero hubiera estado bien reconocerlo, aunque a cambio renunciase a la corona o mejor aún que hubiésemos podido escoger sobre qué rey, hubiéramos preferido nos representase, que toque de modernidad habría sido eso. En cambio queda la realidad de un fallecimiento ensombrecida con una duda, las cámaras del bar se movieron justo una hora antes de que todo ocurriera.
En fín que de ser cierto, el rey ha perdido a un hermano y su padre un hijo.
sábado, 20 de agosto de 2022
Un día perfecto de vacaciones
Ha sido justo ahora que me he sentado a escribir, cuando he abierto el blog que me he dado cuenta de que también es día 20 hoy, como en la última entrada que escribí hace...cuatro meses. En fin menos mal que iba a escribir más a menudo, un post semanal y bla bla bla.
Lo cierto es que estoy leyendo más que escribiendo. Nada reseñable salvo una reciente adquisición que es tan agradable de leer que he creado hasta una rutina para ella, cuando atardece me acerco a la butaca esa del Ikea que tengo forrada de capas, como una colcha blanca doblada y una funda de cojín muy bonita como reposacabezas para desde allí ver el último rayo de sol naranja como asciende por la montaña hasta que es un hilo fino de oro y desaparece. Leer sobre libros, sobre dinastías egipcias, sobre como surgió una de las maravillas del mundo antiguo es como un placer añadido. Me resulta tan placentero que me da la sensación de estar charlando con una buena amiga, que te explica cosas interesantes, que a veces te sorprende, otras te hace sonreír. Y mientras ella me desvela secretos del mundo antiguo, la tarde se desvanece de puntillas sin hacer mucho ruido.
Pero hoy ha sido un día de esos de agosto, de piscina, de comer ensaladas ricas (una de tomate, mozzarella, albahaca y olivas negras otra de endibias con vinagre de módena y sal gorda) y pasta fresca y melón fresquito, de partidita de chess con el café, de peli que empieza bien y acabas desde el sofá con una siesta y ahora que tocaba leer un ratito pues justo ahora eché de menos ser yo la que pusiera las palabras a los pensamientos, a las sensaciones, a los hechos.
miércoles, 20 de abril de 2022
Mindfulness
Estoy haciendo un curso fantástico, al que he llegado como pasa con muchas cosas buenas que nos sorprenden por pura casualidad. Acompañé a mi padre a una consulta, tuvimos que esperar, dato este importante porque si no no hubiera reparado en todos los carteles, entre ellos el que hablaba de este curso. Me pareció interesante aunque no tenía muy claro sobre de lo que iría, pero pensé bueno debe ser algo orientado a dar estrategias para ayudar con las enfermedades y creo que nos puede ir bien a todos porque uno aprende y al hacerlo mejora la vida de los que le rodean. Total que pensé mira puede ser una charla interesante de 2h y media...me aceptan y veo que efectivamente son 2h y media pero durante 8 semanas, o sea que hemos pasado del ver de que va esto a vamos a aprender a utilizar esto. Y la verdad es que es muy chulo, el profesor muy bueno y los compañeros que voy conociendo son de 10, porque algunos están recién operados, o con sus tratamientos y los veo con una vitalidad, unas ganas de hacer cosas, de mejorar que dices, qué personas más dignas de admiración.
Es la primera vez que hago un curso por videollamada, al principio pensé huy que raro va a ser esto, pero mira después de unas cuantas sesiones ya me gusta, no se pierde el tiempo en desplazamientos y me parece que no será el último. De hecho a veces este curso me gusta porque me rompe muchos de nuestros esquemas mentales, a través de ejercicios te va haciendo dar cuenta de aspectos relevantes, sobre todo a propósito del modo de hacer las cosas.
Hoy mientras desayunaba en una mesa cercana había un padre joven, treintañero con su hijo de unos 4 años, esa edad tan linda en la que hablan ya muy bien y tienen las cosas tan claras cuando se les pregunta algo. Lo oía hablar con su vocecita aguda pero no le respondían mucho, me giré y vi que en esa adorable escena de un papá que desayuna con su hijo porque lo acompaña al cole había un móvil por medio, que robaba las miradas y las contestaciones al pequeño. Así que ahí dejo la propuesta, ahora que nos hemos quitado las mascarillas, a ver si nos quitamos también la venda.
Seguro que habrá definiciones mucho mejores que la mía, pero para mí el mindfulness es enseñarte a recuperar la poesía que hay en todo lo que nos rodea, en las personas que tratamos, en las cosas que hacemos. Ser un poco más conscientes de esta felicidad del aquí y el ahora.
Sed buenos.
Primavera, en teoría
A mí, me intriga esa clase de personas que no tiene plantas en casa, tienen un pase los que tienen gatos que ya se sabe que ellos llega...
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Año 2025. Pues sí, me he cambiado las gafas. Bueno en realidad unas nuevas porque sigo usando las otras. Y cuando mi marido las vio dijo, vu...
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Acabo de recibirlo, es un albarán con mis datos que me informa que tengo un regalo, nada menos que una mountain bike, 18 velocidades, cuadro...