miércoles, 23 de julio de 2008

Violeta y Cristina

La foto era sorprendente, dos niñas habían muerto ahogadas y sus cuerpos yacían en la playa ocultos por toallas, detrás una pareja sentada parece dispuesta a pasar el día de playa. Era tan triste la imagen que no me conformé con la reseña.
Buscando en la prensa italiana más detalles he encontrado el blog de un cardenal, Sepe, de la iglesia de Nápoles, que explica la historia con más detalle, eran primas y de etnia gitana, vendían baratijas por la playa, se dieron un baño la pequeña de 12 años empezó a tener dificultades y su prima fue en su auxilio. Las dos se ahogaron. La foto que tiene en el blog corrobora la otra, mientras se llevan el ataúd gente tomando el sol en unas hamacas de color verde.
El post habla de la indiferencia, pero a mi me parece que hay mucho más que eso, me parece un delito, la omisión del deber de socorro, nadie, nadie en esa playa fue capaz de echarse al agua para tratar de ayudarlas. ¿Nadie las vio en dificultades? Y si así fue, como puede uno después de presenciar algo tan triste cerrar los ojos y tomar el sol.

Tengo fe en el ser humano, aunque a veces sinceramente viendo cosas así se quiebra.

2 comentarios:

sepuedesermasjeta dijo...

La indiferencia es uno de los grandes males de ese siglo. Una pena, desde luego.

Un besote

Anónimo dijo...

Hace unos cuantos años el fotógrafo español Javier Bauluz hizo una foto fantástica, de un subsahariano muerto cubierto por una manta, en una playa mientras una pareja estaba sentada apaciblemente tomando el sol.
Y sucedía aquí mismo en nuestro país.
Hizo mucha pupa aquella foto, que era un grito.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...