martes, 4 de noviembre de 2008

Cuando las palabras alimentan

En COU tuvimos un gran profesor de lengua castellana, se llamaba Busquests. Nos hacía escribir una redacción cada semana y cuando te tocaba ibas a su mesa a leerla delante de toda la clase, los viernes creo recordar. La metodología aunque tenía algo de perversa era sumamente didáctica, pues te obligaba a ponerle mucho empeño, al fin y al cabo no era un trabajo más, cuya corrección quedaba entre el profesor y el alumno, sino que por el contrario aquí se hacía delante de todos los compañeros. Y cuando digo que era extraordinariamente didáctico, no exagero, porque el hombre además de dedicar su tiempo libre a escribir, también por aquel entonces ejercía como crítico literario.
Sin embargo lo vengo recordando estos días por otro singular motivo, y es que él decía que sólo comía cuando se lo había merecido, y eso sólo ocurría cuando había escrito. Como por aquel entonces, y de esto hace muchos años tenía formas orondas, presupongo que ya entonces era constante. Y me he sonreído al comprobar tras una rápida y certera búsqueda en internet antes de ponerme a escribir sobre él, que hoy también es periodista y escritor.
Todo un ejemplo.

2 comentarios:

Jordicine dijo...

Comer si se merece? Habría mucha gente delgada. Hablar en público siempre es bueno. Un beso.

Sonia dijo...

jajaja seguramente. Quién sabe a lo mejor a alguno le sirve para ponerse en forma.
Un abrazo.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...