miércoles, 21 de octubre de 2009

Un recuerdo de ajedrez

En el amor como en el ajedrez, hay quien gusta de jugar con blancas y quién prefiere las negras.
Hay quién sabe de ataques fulminantes y quién paciente espera el desarrollo del juego.
Hay quién se crece en la adversidad, quién no se desalienta a pesar de las pérdidas y quién estando en posición más favorable no sabe como sacar provecho.
Hay quién juega bien, hay quién apenas sabe jugar, pero sabe disfrutarlo, porque a cada movimiento, cada aproximación es una nueva experiencia.
Hay quién se jacta de ser bueno, nunca lo son tanto.
En el amor como en el ajedrez, hay quién gana, hay quién pierde, y están los que no llegan a ninguna parte, simplemente hacen tablas.
Por eso siempre que juego vienes a mi memoria hecho de sol, de trenes, de playa, de risas, joven y ambicioso.
Y pienso, en el ajedrez, como en el amor y como en la vida, siempre hay que jugar hacía delante porque hacía atrás pierdes, pierdes inexorablemente el juego.

1 comentario:

jonceltic dijo...

aperturas, celadas y gambitos de dama, todo menos un enroque.
Yo prefiero las blancas, soy de iniciativas, pero verlas venir con negras reconozco que es mucho más cómodo.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...