jueves, 14 de enero de 2010

Haití en el corazón

A veces la tierra se subleva de nuestros anclajes, y se libera de forma salvaje y brutal. Cuando he leído la noticia pensé en aquella niña que vino de Haití que conocí en el parque este verano, tenía las encías en muy mal estado, su madre adoptiva me dijo que eso era por el hambre que habían llegado a pasar, por comer tierra. Me pareció desolador que ese nivel de pobreza pudiera existir todavía en este mundo pretendidamente civilizado y moderno, ya del S. XXI.
Hoy pienso en toda esa población que está sufriendo el desamparo y la pérdida de familiares.

Estamos lejos, pero todos creo que de alguna manera podemos ayudarles en algo. Hoy mi pensamiento está con ellos.

2 comentarios:

Jordicine dijo...

Y el mío!

Josep dijo...

Passen el dies i la notícia s'esvaeix. I amb ella la solidaritat.

Com sempre.

Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...