He estado pensando sobre medidas para paliar en lo posible el consumo de agua y he aquí la primera (habrán más).
La primera afecta al estilismo: cortarse el pelo. En momentos de sequía sería un gesto bonito de solidaridad con el medio. Salvo que alguna cláusula de tu contrato de trabajo te lo impida porque consista en enseñarlo, vamos que seas modelo de la Vidal Sasson o de Pantene.
El motivo es obvio, un pelo corto no requiere tantos cuidados, ni tantos lavados, basta un buen corte y listos. Habrá quién proteste, pero y si quedo fea y si me veo poco femenina, pues nada, entonces tiramos de mitos sexuales del siglo XX, como Marylin Monroe, no llevaba ella el pelo corto, a lo sumo una melenita por encima de los hombros. Pues nada si ella era capaz de seducir con un mohín porque vamos a ser nosotras menos. Además cuando te cortas el pelo, sientes que cambias, a mi me sirvió para cerrar una etapa y empezar otra.
El otro día en mi gimnasio mientras yo me duchaba, tomaba una sauna de 10 minutos y me vestía, una chica se acaloraba y resoplaba tratando de alisar su melena, la verdad es que me pareció una estupenda manera de perder el tiempo. Me sequé con la toalla me puse un poco de espuma y pasé por su lado, no sé si más o menos guapa pero si sintiéndome un poco más rápida y lista. Porque esa es otra, es necesario gastar electricidad del secador media hora, para tener un aspecto diferente del que tienes. Me explico, yo tengo el pelo ondulado, mi cuñada lo tiene liso, pero cuando veo fotos de eventos, como bodas o bautizos, ella siempre lo lleva ondulado y yo claro, liso. En fin porque no nos empezamos a valorar como somos en vez de querer lo que no tenemos.
Por que no buscar la naturalidad. Creo que la campaña de Dove, con sus chicas normales ha dado en el clavo y se centra en esa idea. La belleza de cada persona (mujer u hombre porque todo lo que refiero a belleza no tiene un género determinado) es su particularidad.
Romper el binomio de perfección y belleza, porque todos somos imperfectos en algún aspecto u otro, pero eso no nos impide ser bellos también en alguna faceta de nuestra vida.
En fin, un abrazo.
jueves, 17 de abril de 2008
martes, 15 de abril de 2008
Sobre el amor y sus indicios
Este post es por culpa de Anado, y su post del sábado 12 de abril, “Banderas y besos” así que os invito a leerlo allí.
Sobre si las mujeres nos equivocamos menos a la hora de confundir las señales que nos envía el otro, podría decirle que sí que normalmente las mujeres tenemos una percepción un poco más afinada, y casi me atrevería a decir del lenguaje corporal en general y eso nos viene porque desde antaño las mujeres, cuando son madres aprenden a identificar los gestos de satisfacción o disgusto de sus bebés, pequeñas personitas aun sin lenguaje verbal. Pero como todo hay notables excepciones, como una gran amiga mía que con 17 años, en moto, con un tipito de 50 y pocos confundió un piropo: “maca” (guapa) por vaca, y yo venga a reír y ella toda azorada.
Los indicios del amor hay que buscarlos en los detalles es cierto, pero lo de la puntualidad es relativo, pues y si porque le importaba llegar más guapa/o, más especial que nunca, se esmeró con la vestimenta o el maquillaje y llega tarde, entonces confundiríamos el exceso de celo, como desidia o desinterés, craso error.
Medir el amor con los besos, tampoco sería excluyente, hay personas muy poco efusivas o por el contrario muy entusiastas, a la hora de manifestar sus sentimientos.
Así que ahí va mi fórmula, la medida del amor la condiciona la cantidad de tiempo que empleamos en pensar en esa persona, y es directamente proporcional a la intensidad de satisfacción que ello nos produce, porque más de uno no deja de pensar en su jefe y en fin no se trata de lo mismo.
Cuando uno se enamora, su pensamiento se distorsiona, encuentra en el otro una fuente inagotable de bienestar. Pensar en ella, te hace sonreír sin causa, supone un motivo más para levantarte por las mañanas. El gran secreto del amor, correspondido, es que nos hace sentir mejores. El del no correspondido, se llama platónico y tiene otras grandes virtudes, entre las que destaca que no sufre deterioro alguno, siempre sale indemne. Pero de ese ya hablaremos otro día, que sino me alargo mucho y no cumplo mi buen propósito.
Sobre si las mujeres nos equivocamos menos a la hora de confundir las señales que nos envía el otro, podría decirle que sí que normalmente las mujeres tenemos una percepción un poco más afinada, y casi me atrevería a decir del lenguaje corporal en general y eso nos viene porque desde antaño las mujeres, cuando son madres aprenden a identificar los gestos de satisfacción o disgusto de sus bebés, pequeñas personitas aun sin lenguaje verbal. Pero como todo hay notables excepciones, como una gran amiga mía que con 17 años, en moto, con un tipito de 50 y pocos confundió un piropo: “maca” (guapa) por vaca, y yo venga a reír y ella toda azorada.
Los indicios del amor hay que buscarlos en los detalles es cierto, pero lo de la puntualidad es relativo, pues y si porque le importaba llegar más guapa/o, más especial que nunca, se esmeró con la vestimenta o el maquillaje y llega tarde, entonces confundiríamos el exceso de celo, como desidia o desinterés, craso error.
Medir el amor con los besos, tampoco sería excluyente, hay personas muy poco efusivas o por el contrario muy entusiastas, a la hora de manifestar sus sentimientos.
Así que ahí va mi fórmula, la medida del amor la condiciona la cantidad de tiempo que empleamos en pensar en esa persona, y es directamente proporcional a la intensidad de satisfacción que ello nos produce, porque más de uno no deja de pensar en su jefe y en fin no se trata de lo mismo.
Cuando uno se enamora, su pensamiento se distorsiona, encuentra en el otro una fuente inagotable de bienestar. Pensar en ella, te hace sonreír sin causa, supone un motivo más para levantarte por las mañanas. El gran secreto del amor, correspondido, es que nos hace sentir mejores. El del no correspondido, se llama platónico y tiene otras grandes virtudes, entre las que destaca que no sufre deterioro alguno, siempre sale indemne. Pero de ese ya hablaremos otro día, que sino me alargo mucho y no cumplo mi buen propósito.
viernes, 11 de abril de 2008
Sólo un sueño
Hoy soñé con mi tía Lola, estábamos charlando, ella aparecía guapa, tranquila, con su peinado de siempre un recogido, su aspecto pulcro y su bata impecable. Me decía que le costaba subir las escaleras de su casa, vive en un ático sin ascensor. Le digo que a lo mejor sería momento de venderlo y con esa entrada comprar un bajos, o mejor uno de esos pisos con zona comunitaria con piscina, con un poco de jardín, y la veía entonces en una butaca bajo un parasol, con uno de sus vestidos estampados de verano mirando el bullicio de los que se bañan…
Mi tía Dolores, siempre quiso que la llamasen Lola, murió al poco tiempo de nacer mi hija pequeña, no llegó a conocerla, como creo que tampoco llegó a conocer a Mónica. El alzheimer se fue llevando poco a poco, todo lo que era ella. Así que esta noche cuando la he visto en sueños me ha hecho ilusión, volver a sentir como era hace diez años.
A veces los sueños nos traen visitas inesperadas.
Mi tía Dolores, siempre quiso que la llamasen Lola, murió al poco tiempo de nacer mi hija pequeña, no llegó a conocerla, como creo que tampoco llegó a conocer a Mónica. El alzheimer se fue llevando poco a poco, todo lo que era ella. Así que esta noche cuando la he visto en sueños me ha hecho ilusión, volver a sentir como era hace diez años.
A veces los sueños nos traen visitas inesperadas.
jueves, 10 de abril de 2008
Diecisiete líneas para un post.
Esa es la medida para mi óptima de una entrada o post. Diecisiete líneas y una despedida, deberían ser suficientes para desarrollar una idea, con la ventaja añadida que de un solo vistazo se lee todo.
Los post demasiado largos a veces dicen demasiadas cosas superfluas, lo digo por experiencia propia.
Así que me he propuesto escribir post breves como un buen ejercicio de síntesis.
Dicen que a aprender a escribir se aprende escribiendo, pero también añadiría que en literatura no siempre mucho equivale a mejor. A mi me gusta los autores que cuidan sus frases, que parecen escoger sus palabras una a una. Hay una musicalidad en ellos que me resulta hipnótica, leerlos es como saborear un caramelo, acabo la frase y me la vuelvo a leer y digo genial, me ha encantado como lo has dicho.
Hace tiempo que no me topo con uno de esos libros cautivadores, lo reconozco, de esos que te prenden de tal modo que serías capaz de leerlo en una madrugada.
Seguiré buscando.
Un saludo
Los post demasiado largos a veces dicen demasiadas cosas superfluas, lo digo por experiencia propia.
Así que me he propuesto escribir post breves como un buen ejercicio de síntesis.
Dicen que a aprender a escribir se aprende escribiendo, pero también añadiría que en literatura no siempre mucho equivale a mejor. A mi me gusta los autores que cuidan sus frases, que parecen escoger sus palabras una a una. Hay una musicalidad en ellos que me resulta hipnótica, leerlos es como saborear un caramelo, acabo la frase y me la vuelvo a leer y digo genial, me ha encantado como lo has dicho.
Hace tiempo que no me topo con uno de esos libros cautivadores, lo reconozco, de esos que te prenden de tal modo que serías capaz de leerlo en una madrugada.
Seguiré buscando.
Un saludo
miércoles, 9 de abril de 2008
Inventario de ropa
No sé si a vosotros os pasa, pero lo que dejo de ver en mi armario deja de existir. No me acuerdo que lo tengo, salvo contadas excepciones.
Me compré un jersey blanco de pico precioso Adolfo Domínguez y ayer por casualidad en mi cartera encontré el ticket y me dije ostras es verdad si me lo he puesto dos veces sólo…
Total que la idea de hoy ha sido la siguiente no recomiendan ir a hacer la compra del supermercado habiendo comido previamente y lista en mano, entonces porque vamos a comprar ropa sin una idea previa de lo que necesitamos.
Si te encanta ir de tiendas, o ir a mirar escaparates posiblemente no te sea de gran interés el resto del post, para los que lo llevamos peor el tema sigo hilvanando la idea. Para facilitar el hecho mismo de la compra en si, se me ocurre lo siguiente, hacer una tabla con todas tus prendas de vestir: enumera las camisas (por colores, marcas o otras etiquetas personales, vamos como las llames mentalmente) luego los pantalones, faldas, vaqueros y los conjuntos hechos (los que compraste ya así o los que sueles combinarte tú habitualmente porque te gusta como queda).
La tabla puede distinguir entre ropa de vestir, ropa más informal para que te dé con un sólo vistazo la situación de tu guardarropía. Y cuando la tengas, las imprimes y la pegas con celo en la puerta de tu armario. Así te das cuenta de las cosas que te harían más falta en vez de comprarte algo que posiblemente no necesitas tanto.
Yo lo he hecho ya, no sólo con mi ropa sino también las de mis hijas y creo que es bastante útil. En fin hay queda la propuesta.
Un saludo
Total que la idea de hoy ha sido la siguiente no recomiendan ir a hacer la compra del supermercado habiendo comido previamente y lista en mano, entonces porque vamos a comprar ropa sin una idea previa de lo que necesitamos.
Si te encanta ir de tiendas, o ir a mirar escaparates posiblemente no te sea de gran interés el resto del post, para los que lo llevamos peor el tema sigo hilvanando la idea. Para facilitar el hecho mismo de la compra en si, se me ocurre lo siguiente, hacer una tabla con todas tus prendas de vestir: enumera las camisas (por colores, marcas o otras etiquetas personales, vamos como las llames mentalmente) luego los pantalones, faldas, vaqueros y los conjuntos hechos (los que compraste ya así o los que sueles combinarte tú habitualmente porque te gusta como queda).
La tabla puede distinguir entre ropa de vestir, ropa más informal para que te dé con un sólo vistazo la situación de tu guardarropía. Y cuando la tengas, las imprimes y la pegas con celo en la puerta de tu armario. Así te das cuenta de las cosas que te harían más falta en vez de comprarte algo que posiblemente no necesitas tanto.
Yo lo he hecho ya, no sólo con mi ropa sino también las de mis hijas y creo que es bastante útil. En fin hay queda la propuesta.
Un saludo
martes, 8 de abril de 2008
Películas de fotos
Ayer fue un día productivo, porque además de hacer todo lo que tenía previsto hacer por la noche hice una película de 4 minutos sobre el bautizo de la pequeña, sólo me falta añadirle la música.La hice con una aplicación del windows, se llama windows movie maker, accedes a ella desde la pestaña Todos los programas. Gracias al resumen de 10 segundos si sigues leyendo podrás usarla tú también.
1. Hazte una carpeta y lleva a ella las fotos que quieras montar en peli. No importa el orden.
2. Clicka en "importar imágenes" y le indicas el nombre de esa carpeta (con ello te las traes todas)
3. Sitúate en guión gráfico y arrastrando una a una, las colocas como quieres que aparezcan.
4. Busca en transiciones el modo en que quieres pasar de una foto a otra (para ir rápido escoge un modelo y haz copiar y pegar entre las fotos)
5. La peli ya está, ahora si quieres pon título y fin.
Un consejo adicional, como el programa se cuelga a veces, graba el proyecto con un nombre en cuanto tengas las fotos en el guión gráfico, así vas mejorándolo después con calma.
Que disfutéis.
1. Hazte una carpeta y lleva a ella las fotos que quieras montar en peli. No importa el orden.
2. Clicka en "importar imágenes" y le indicas el nombre de esa carpeta (con ello te las traes todas)
3. Sitúate en guión gráfico y arrastrando una a una, las colocas como quieres que aparezcan.
4. Busca en transiciones el modo en que quieres pasar de una foto a otra (para ir rápido escoge un modelo y haz copiar y pegar entre las fotos)
5. La peli ya está, ahora si quieres pon título y fin.
Un consejo adicional, como el programa se cuelga a veces, graba el proyecto con un nombre en cuanto tengas las fotos en el guión gráfico, así vas mejorándolo después con calma.
Que disfutéis.
lunes, 7 de abril de 2008
Lunes especial
Hoy se ha despertado el día, como mi niña, con sueño tras la ventana el cielo era blanco y nebuloso. Ella me ha preguntado tengo cole, y yo le he dicho claro cariño. Quiero dormir más; vale, duerme otro poquito mientras te preparo el bañito. No se duerme ya pero la contestación le satisface y se tapa con el nórdico risueña.
La semana por delante, me encanta empezar la semana marcándome objetivos, y comprobar en la agenda como fueron los de la semana anterior. Supongo que eso de tener agenda es una costumbre tan arraigada en mi, que a pesar de no trabajar en la oficina me gusta llevarla lo mismo. A veces escribo mucho y a veces son solo un par de apuntes, pero me gusta porque rescata del olvido un día cuaquiera, uno siempre tiende a recordar los grandes días, las celebraciones, y a mi me gusta reivindicar la magia de lo cotidiano, como el lunes pasado, un día aparentemente como otro lunes y sin embargo excepcional, porque nuestra peque aprendió a decir si, con el gesto, lo hizo lentamente y con la sonrisa de oreja a oreja, al ofrecerle un trozo de fruta la quieres? La quieres insistí y ella me afirmó por primera vez en su corta vida.
Es curioso porque ese día también recibí una llamada de un antiguo jefe y eso para mi siempre es grato. Pero también ese mismo día, luego lo supe, a 3.000 kms. de distancia un predictor también dio su sí, mudo y rosa, a unos ojos expectantes.
Y así fue como de pronto aquel lunes, dejó de ser cualquier otro, para convertirse en un día especial.
Os deseo una semana llena de pequeños grandes momentos.
La semana por delante, me encanta empezar la semana marcándome objetivos, y comprobar en la agenda como fueron los de la semana anterior. Supongo que eso de tener agenda es una costumbre tan arraigada en mi, que a pesar de no trabajar en la oficina me gusta llevarla lo mismo. A veces escribo mucho y a veces son solo un par de apuntes, pero me gusta porque rescata del olvido un día cuaquiera, uno siempre tiende a recordar los grandes días, las celebraciones, y a mi me gusta reivindicar la magia de lo cotidiano, como el lunes pasado, un día aparentemente como otro lunes y sin embargo excepcional, porque nuestra peque aprendió a decir si, con el gesto, lo hizo lentamente y con la sonrisa de oreja a oreja, al ofrecerle un trozo de fruta la quieres? La quieres insistí y ella me afirmó por primera vez en su corta vida.
Es curioso porque ese día también recibí una llamada de un antiguo jefe y eso para mi siempre es grato. Pero también ese mismo día, luego lo supe, a 3.000 kms. de distancia un predictor también dio su sí, mudo y rosa, a unos ojos expectantes.
Y así fue como de pronto aquel lunes, dejó de ser cualquier otro, para convertirse en un día especial.
Os deseo una semana llena de pequeños grandes momentos.
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