miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sombras del amanecer

Ayer volvimos a caminar. Fue un paseo largo por la montaña, una hora o más de conversar, de reír y de admirar el paisaje. Como dice mi amiga eso va bien no sólo para el físico sino también para la mente y tiene razón porque el esfuerzo lejos de agotarte es como si te diera más energía para el resto del día.
Estos días estoy leyendo Los Orígenes de Amin Maalouf, es curioso, me gusta como escribe, la facilidad de ir tejiendo las historias pero no es una novela convencional, ni siquiera estoy segura de querer terminarla, porque de hecho es un repaso a su genealogía. Investiga en sus archivos familiares y a partir de fotos y de cartas traza la trayectoria vital y la personalidad de sus antepasados. Pero lo cierto es que me ha servido para pensar esto, quizá sería curioso hacerlo en cada familia, tal vez a modo de juego en alguna reunión familiar, pasarles a todos un folio, y que cada uno escribiese de si mismo, una breve biografía, que se describiera con sus virtudes y sus debilidades, de los logros de los que se siente más satisfecho, que explicasen también algún sueño por cumplir, que relatasen algún momento de gran felicidad, cualquier anécdota serviría. Sería como un cuadro en el que cada cual hace su pequeña aportación y quién sabe, si algún descendiente en el futuro pueda leer ese esbozo y sonreír al reconocerse en alguno de ellos.
La inmortalidad al alcance de todos, no está mal, incluso para los que simplemente se han limitado a vivir.

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Cumpleaños Feliz, hija.

 Ayer cumplió 17 nuestra hija pequeña, sí, la de los ricitos, la que era menudita pero muy espabilada,  la que acompañaba a su hermana mayor...