viernes, 2 de septiembre de 2016

Una semana sin carne

A mi me bastó una imagen, una ilustración que alguien retuiteó para darme cuenta de eso, abajo un comentario de una mujer, y lo peor de todo es que no es necesario. La imagen era la de un camión que transporta cerdos, todos ellos sedientos y una pareja que les da de beber. Un simple dibujo que me dió el último empujón, venga va vuelve a intentarlo.
Hace unos años comía diferente, dejé la carne completamente y viendo el otro día un vídeo de cuando eran las niñas muy pequeñas no me sentó nada mal. 
Así que hace una semana que he vuelto a seleccionar, o ser consciente de lo que como.  Y ya llevo una semana.
Os voy a explicar desde mi propia experiencia, por si a alguien le puede interesar alimentarse sin necesidad de comer tanta carne. Ya sea por conciencia ecológica, ya sea por iniciar una dieta más saludable,
 Mi intención es compartir recetas o ideas que puedan contribuir a que nuestra dieta sea más variada y nutritiva, sin necesidad de comer tanta proteína de origen animal. Ahí va la propuesta.
Los desayunos han sido del tipo: café con leche y tostada con aceite y azúcar, zumo de naranja y tostada con queso, bol de cereales y café, o tostadas con mantequilla y mermelada o tostada con tortilla francesa.
Las comidas han sido: gazpacho (casi todos los días un vaso), cuscus, ensalada de patata (con pimiento verde, olivas, atún y cebolla), sopa de pescado,  pasta fresca rellena de espinacas y ricotta, ensalada verde completa con frutos secos, sopa de guisantes (con apio, zanahoria, patata,cebolla, pimiento rojo troceado) o pasta con pesto o con salsa de quesos.
Las meriendas, depende a veces dulces como los desayunos o un bollito de pan con sésamo y humus.
Las cenas, pizza, bol de cereales, ensaladas, fruta, tostada de pan con tomate untado (estamos en Cataluña, y nos encanta) con tortilla o quesos y patatas fritas con huevos y también la primera semana tomé una hamburguesa de pollo, cuando salimos a cenar, pero creo que es bueno, porque así va siendo algo gradual, si has podido dejar la carne roja y los embutidos ya es un buen paso.
Otro consejo es este, como la primera semana echaremos en algún momento el sabor fuerte de esos alimentos, estamos reeducando el gusto, yo encontré la alternativa de una tostada con queso de sabor fuerte, como el azul o el roquefort. Pero solo lo comí una vez, pues a medida que vas cambiando de gustos el cuerpo dejará de pedírtelos.
El hierro, que es algo importante lo podemos obtener de los cereales integrales, la rúcula, espinacas, brocoli, guisantes, acelgas y de los albaricoques secos (orejones), almendras,  remolacha y setas.
Vamos lo que viene siendo una variante de dieta mediterránea, frutas, hortalizas, verduras, legumbres, huevos y algo de pescado de vez en cuando.

En mi opinión variando frutas y verduras y cocinando algún que otro plato atractivo como la parmiggiana, la tortilla de patatas o pasta con pisto, o legumbres salteadas podemos ir construyendo un recetario personal con platos apetitosos con los que no echaremos a faltar la carne. En fín, aquí os he dejado mi experiencia de la primera semana por si alguien se anima y me acompaña.

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